martes, 17 de noviembre de 2015

UNA ESPOSA QUE VALE 10 VACAS




















Johnny Lingo vivió hace muchos años en la isla Oahu, Hawai. Era conocido como un comerciante afortunado, como un hombre que podía conseguir cualquier cosa al precio mas barato del mercado. Lingo era un hombre inteligente y astuto, su habilidad lo había a hecho muy rico y respetado.



En ese tiempo existía la costumbre que los hombres ofrecieran a los padres de sus novias un cierto número de vacas a cambio de sus hijas. El precio promedio era de tres vacas y la mayoría de negocios se cerraba a ese precio. De vez en cuando pagaban por la novia cuatro vacas, pro para eso la novia debía ser muy bella y tener mucha demanda.



Un hombre de la isla, tenía dos hijas. La más joven era muy bonita y atractiva. Bien podía vales tres vacas, quizá cuatro. Su hermana mayor permanecía soltera y no era muy atractiva. Su padre tenía poca esperanza de conseguir si quiera dos vacas por ella, así que había decidido que, si alguien le ofrecía una vaca, estaría dispuesto a darla. Pero nadie venía para solicitarla.



Un día llegó Lingo a la casa de ese hombre. Todos creyeron que debía pedir como esposa a la hija más joven, de modo que empezaron a especular por el precio. ¿Quién haría mejor negocio Johnny o el padre de la muchacha? ¿Insistiría el padre en que valía no menos de cuatro? Todos en la isla estaban muy interesados en saber el resultado.



Sin embargo, algo muy extraño ocurrió. ¡Johnny Lingo le pidió a la hija mayor! El padre se sintió muy confundido. Pensó que había entendido mal. El padre no lo podía creer. Su mayor temor era que su hija mayor se quedara soltera, pero ahora el hombre más rico de la isla estaba solicitando verla. Todos sabían que Johnny era tan generoso como rico y comenzaron a especular acerca del precio. ¡Seguramente pagaría menos de dos vacas!


¿Puede usted imaginar el impacto producido cuando Johnny, el mejor negociador de la isla, ofreció 10 vacas por la muchacha menos solicitada? El padre no lo creía. Estuvo de acuerdo rápidamente y de inmediato se arregló la boda, temiendo que Johnny se diera cuenta de lo extravagante de su oferta y se arrepintiera. Él solo sonrió, pagó y anunció que él y su esposa se iban de luna de miel por dos años y que después volvería para establecer su hogar en la isla.


Dos años después, los isleños pusieron un vigilante para que observara el horizonte y diera aviso de la llegada de los esposos. El vigía reconoció a Johnny fácilmente, pero no estaba seguro de la mujer que venía a su lado. Reconocieron en ella algunos rasgos familiares, pero era tan increíblemente bella que era difícil creer que era la misma. Caminaba con confianza, era amable y muy segura de si misma. Los que se había reído durante meses por el precio que Johnny había pagado por ella, ahora decía que había hecho una gran compra. 



¿Qué pasó? ¿Que había cambiado a esta mujer tan poco atractiva en una impresionante, agradable y bella esposa comprada por 10 vacas? Lo mismo que pasa hoy cuando un hombre trata a su esposa como la mujer que él desea que ella sea. Goethe dijo: "Si usted trata a un ser humano como es, permanecerá como es. Si usted lo trata como si fuese más grande de lo que es, llegará a ser de ese tamaño y un mejor ser humano".



Lo mismo sucede con cualquier mujer. Esposos: ¿quieren una esposa atractiva? Háganle saber que ella es bella a sus ojos y véanla florecer en la belleza con que Dios la hizo para que así fuera".


- Jay Dennis


Dios te bendiga.


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miércoles, 11 de noviembre de 2015

NO SIEMPRE ES EL MISMO DÍA!




















Nuestra vida no siempre es igual. En algún momento todo tiene que cambiar. Las situaciones que vivimos no siempre son las mismas, todos los días conocemos una nueva persona y experimentamos una y mil emociones; no todos los días lloramos, no todos los días reímos, algunas veces aprendemos, otras veces enseñamos, no siempre vestimos de la misma manera.

Podemos vivir como en un juego de azar, tirar los dados y esperar a ver que sucede, pensando en que nunca perderemos, sino por el contrario creamos una apuesta adicta diciendo que todo lo que vivamos en este mundo siempre será ganancia.No medimos las consecuencias de nuestros actos porque nos cegamos ante las tentaciones, el dinero, el poder, la ambición y todas las distracciones que este mundo ofrece. Y al final de cada día solo sentimos soledad y falta de paz.

Por otro lado, si escogemos vivir por y para Dios, vamos a pasar por pruebas, obstáculos, situaciones difíciles, seremos rechazados por predicar la palabra y perderemos mucho en este mundo, pero llegará un día en que todo cambiará, en que la tristeza se transformará en alegría, la oscuridad se volverá luz y todas tus situaciones y tu vida cambiará... recuerda: NO SIEMPRE ES EL MISMO DÍA!


Dios te bendiga.


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viernes, 6 de noviembre de 2015

ÉL ES QUIEN PELEA NUESTRA BATALLA (Devocional)



















Dios nos conoce más que nosotros mismos. Sabe cuales son tus debilidades y tus fortalezas. No deja de mirarte, cuidarte y guiarte día tras día. Insiste en que te acerques a él, te respalda y le da dirección a tu vida. Cuando estamos enfermos y clamamos a él, nos sana. Cuando nos sentimos solos y clamamos a él, nos acompaña. Cuando no tenemos que comer y clamamos a él, llena nuestra mesa de pan. Cuando no tenemos trabajo y clamamos a él, nos suple.

Sabemos que él no nos dejará ni nos desamparará. Así como cuida un padre de su hijo, así él también nos protege y nos sustenta cada día. Nos limpia cuando estamos sucios, nos viste para que nos veamos hermosos y nos rocía con su mismo perfume para que otros sientan nuestro aroma tan agradable. Nos ama tanto que pone a nuestro alcance todo lo que necesitamos para que podamos vivir bien y camina a nuestro lado para cuidando que nada nos pase.

Dios quiere que pongas toda tu confianza en él, que descanses en su palabra y que no pierdas la fe. Quiere que quites de ti todas las cargas que has llevado sobre los hombros y las dejes en sus manos.

Él no quiere que te sientas solo ni que pienses que no cuida de ti. Dios quiere estar junto a ti, ayudarte a caminar en esta vida, guiar cada uno de tus pasos para que no caigas ni tropieces y levantarte cuando lo necesites. Él quiere tenerte cerca, librarte del pecado, llenarte de sabiduría para tomar las mejores decisiones, quiere que lo busques siempre y que lo pongas como lo más importante en tu vida, que reconozcas su grandeza y admires su poder, quiere ir  delante de ti cada día como Poderoso Gigante y PELEAR TU BATALLA!!!

Nunca olvides lo grande que es Dios!

Bendiciones.


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lunes, 2 de noviembre de 2015

DONDE ESTÁ TU TESORO AHÍ ESTARÁ TU CORAZÓN



















Un acaudalado hombre de negocios estaba pasando sus vacaciones en un pueblo costero. Y una mañana, andando a paso acelerado por la playa, advirtió la presencia de un pescador que regresaba plácidamente con su destartalada barca.

-¿Has tenido buena pesca? -le preguntó con seriedad.
-Buenos días amigo - le contestó el pescador. Y, sonriente, le mostró las tres piezas que había pescado-. La verdad es que el mar ha sido generoso conmigo -añadió al cabo.

El hombre de negocios, incrédulo, echó un vistazo a su reloj y le espetó:
-Todavía es muy temprano. ¿Cuánto tiempo has estado pescando?
-Solo un ratito.
Tras una breve pausa, el hombre de negocios le dijo:
-Supongo que volverás a salir, ¿no?
Extrañado, el pescador le preguntó:
-¿Volver a salir? ¿Para qué?
-Pues para obtener más pescado -respondió el hombre de negocios, que lo consideraba algo obvio.
-¿Y qué haría con él? ¡No lo necesito! Con estas tres piezas tengo suficiente para alimentar a mi familia -afirmó el pescador.
El hombre de negocios soltó una enorme carcajada y le replicó:
-Mejor entonces, porque así podrías venderlo.
-¿Venderlo? ¿Para qué? -preguntó el pescador, desconcertado.
-Para tener más dinero.
-¿Mas dinero? ¿Para qué?
-Para cambiar tu vieja barca por una nueva, mucho más grande y bonita.
-¡Pero si mi barca cumple su función perfectamente! ¿Para qué querría cambiarla?
-Para poder pescar mayor cantidad de peces en menos horas.
-¿Pescar más peces en menos horas? ¿Para qué?
-Para contratar a algunos hombres pata que pesquen por ti.
-¡Pero si a mí me encanta pescar! ¿Para qué querría que otros pescarán por mi?
-Para ser rico y poderoso.

El pescador, sin dejar de sonreír, no acababa de entender la mentalidad de aquel hombre de negocios. Sin embargo volvió a preguntarle:
-¿Rico y poderoso? Lo siento amigo, pero no le veo el sentido.
-Déjame que te explique. Sin duda alguna, esta es la mejor parte -asintió-. Al convertirte en un hombre de negocios rico y poderoso, podrías pasar más tiempo con tu familia y descansar cuando quisieras.
El pescador lo miro con una ancha sonrisa y le dijo:
-Eso es precisamente lo que voy a hacer ahora mismo.

Borja Vilaseca

Muchas veces en la vida nos encontramos en circunstancias similares a esta, donde cada uno de nosotros pensamos de la misma manera del empresario, únicamente pensando que el poder adquisitivo y sobre los hombres es lo único que puede dar valor a nuestra existencia, olvidando lo que Dios nos enseña en Mateo 6:21, "Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón". 
Ponemos sin pensar toda nuestra confianza en las cosas materiales, sin pensar en las cosas esenciales de la vida, las cosas simples que le dan significado a nuestra vida, y son todas aquellas que están  ahí puestas por Dios y muchas veces solo llegamos a valorar cuando ya no las tenemos.

Un gran reto que cada uno de nosotros debería tomar sin pensar es el hecho de volver a dar el valor que merece todas aquellas bendiciones que Dios ha puesto delante nuestro y que hemos dejado de lado, momentos simples junto a nuestra familia, el disfrutar de una buena conversación, el poder compartir en el calor de nuestro hogar o la amistad incondicional de aquellos que Dios nos ha regalado.

Toma el reto de volver a lo simple, a dejar de un lado la rutina de la sociedad, y disfrutar de momentos simples, es tiempo de volver a Dios en la simpleza como un pequeño niño que disfruta de cada instante al lado de su padre, pongamos nuestro corazón centrado en lo que verdaderamente posee un valor real y Dios siempre estará a  nuestro encuentro en el momento que lo necesitemos.


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