lunes, 2 de noviembre de 2015

DONDE ESTÁ TU TESORO AHÍ ESTARÁ TU CORAZÓN



















Un acaudalado hombre de negocios estaba pasando sus vacaciones en un pueblo costero. Y una mañana, andando a paso acelerado por la playa, advirtió la presencia de un pescador que regresaba plácidamente con su destartalada barca.

-¿Has tenido buena pesca? -le preguntó con seriedad.
-Buenos días amigo - le contestó el pescador. Y, sonriente, le mostró las tres piezas que había pescado-. La verdad es que el mar ha sido generoso conmigo -añadió al cabo.

El hombre de negocios, incrédulo, echó un vistazo a su reloj y le espetó:
-Todavía es muy temprano. ¿Cuánto tiempo has estado pescando?
-Solo un ratito.
Tras una breve pausa, el hombre de negocios le dijo:
-Supongo que volverás a salir, ¿no?
Extrañado, el pescador le preguntó:
-¿Volver a salir? ¿Para qué?
-Pues para obtener más pescado -respondió el hombre de negocios, que lo consideraba algo obvio.
-¿Y qué haría con él? ¡No lo necesito! Con estas tres piezas tengo suficiente para alimentar a mi familia -afirmó el pescador.
El hombre de negocios soltó una enorme carcajada y le replicó:
-Mejor entonces, porque así podrías venderlo.
-¿Venderlo? ¿Para qué? -preguntó el pescador, desconcertado.
-Para tener más dinero.
-¿Mas dinero? ¿Para qué?
-Para cambiar tu vieja barca por una nueva, mucho más grande y bonita.
-¡Pero si mi barca cumple su función perfectamente! ¿Para qué querría cambiarla?
-Para poder pescar mayor cantidad de peces en menos horas.
-¿Pescar más peces en menos horas? ¿Para qué?
-Para contratar a algunos hombres pata que pesquen por ti.
-¡Pero si a mí me encanta pescar! ¿Para qué querría que otros pescarán por mi?
-Para ser rico y poderoso.

El pescador, sin dejar de sonreír, no acababa de entender la mentalidad de aquel hombre de negocios. Sin embargo volvió a preguntarle:
-¿Rico y poderoso? Lo siento amigo, pero no le veo el sentido.
-Déjame que te explique. Sin duda alguna, esta es la mejor parte -asintió-. Al convertirte en un hombre de negocios rico y poderoso, podrías pasar más tiempo con tu familia y descansar cuando quisieras.
El pescador lo miro con una ancha sonrisa y le dijo:
-Eso es precisamente lo que voy a hacer ahora mismo.

Borja Vilaseca

Muchas veces en la vida nos encontramos en circunstancias similares a esta, donde cada uno de nosotros pensamos de la misma manera del empresario, únicamente pensando que el poder adquisitivo y sobre los hombres es lo único que puede dar valor a nuestra existencia, olvidando lo que Dios nos enseña en Mateo 6:21, "Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón". 
Ponemos sin pensar toda nuestra confianza en las cosas materiales, sin pensar en las cosas esenciales de la vida, las cosas simples que le dan significado a nuestra vida, y son todas aquellas que están  ahí puestas por Dios y muchas veces solo llegamos a valorar cuando ya no las tenemos.

Un gran reto que cada uno de nosotros debería tomar sin pensar es el hecho de volver a dar el valor que merece todas aquellas bendiciones que Dios ha puesto delante nuestro y que hemos dejado de lado, momentos simples junto a nuestra familia, el disfrutar de una buena conversación, el poder compartir en el calor de nuestro hogar o la amistad incondicional de aquellos que Dios nos ha regalado.

Toma el reto de volver a lo simple, a dejar de un lado la rutina de la sociedad, y disfrutar de momentos simples, es tiempo de volver a Dios en la simpleza como un pequeño niño que disfruta de cada instante al lado de su padre, pongamos nuestro corazón centrado en lo que verdaderamente posee un valor real y Dios siempre estará a  nuestro encuentro en el momento que lo necesitemos.


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2 comentarios:

  1. Totalmemte cierto y ahora con la tecnología cada vez nos alejamos mas de nuestros seres queridos, por lo que debemos dejar todo esto a un lado para poder platicar y reir un rato sin tener que estar con un telefono encima todo el tiempo... seguire leyendo el blog :D

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